Los pares evaluadores aportan una mirada externa y un juicio calificado que complementa lo observado por las instituciones en sus procesos de autoevaluación.
Comités de pares evaluadores
Los pares evaluadores son fundamentales para el desarrollo de las actividades de IAC-CINDA. Los comités de pares que participan del desarrollo de los procesos conducentes a la acreditación IAC-CINDA están constituidos por académicos y expertos de reconocida trayectoria en sus áreas de estudio o desarrollo profesional, de distintos países y pertenecientes a instituciones de educación superior destacadas. Para el desarrollo de cada uno de los procesos conducentes a la acreditación IAC-CINDA, los pares son definidos por el Instituto y ratificados por las instituciones, con el objeto de asegurar que esta confía en su idoneidad y evitar posibles conflictos de interés.
Los juicios de los pares son adoptados por consenso, luego de analizar los antecedentes recibidos en el Informe de Autoevaluación y sus anexos, así como la información recogida durante la visita de evaluación externa. Esto asegura una objetividad intersubjetiva, que contribuye a la formulación de juicios debidamente fundados y en los que se consideren distintos puntos de vistas, referencias y experiencias.
Por muchas décadas, CINDA ha sido una fuente de luz en el análisis de la educación superior iberoamericana. En los últimos años, su aporte se ha fortalecido con el trabajo del Instituto de Aseguramiento de la Calidad (IAC-CINDA), que ha servido como instrumento de apoyo para la reflexión institucional de nuestras universidades. He participado como par evaluador externo en varios procesos de acreditación, y cada experiencia ha sido enriquecedora. El compromiso de los pares es siempre evidente y el entusiasmo de las universidades es emocionante. Tal vez el rasgo más destacable es la sensación colectiva de ser parte de una comunidad de aprendizaje en la que cada quien contribuye con un grano de arena para la construcción de algo que nos trasciende. Es un gran honor ser parte de una institución que tiene un lugar asegurado en el capítulo educativo de la historia de nuestros países.
He tenido el privilegio de participar en procesos de acreditación de IAC-CINDA, los cuales han permitido aportar a las IES visitadas un espacio de discusión y reflexión en torno a la Calidad y a la mejora continua de los procesos formativos. En varias ocasiones he tenido el privilegio de ser el Presidente del Comité de Pares Evaluadores(as), lo que me ha permitido también tener un contacto estrecho con las profesionales secretarias técnicas de IAC-CINDA, lo que ha redundado en un trabajo colaborativo y propositivo, considerando que las(os) pares cumplimos un rol relevante en los procesos considerando que, por una parte, somos quienes representamos a IAC-CINDA frente a la IES y, por otra parte, debemos cumplir nuestro compromiso con el aseguramiento de la calidad en un trabajo frente a colegas (pares), lo que permite avanzar en la cultura de la calidad en la Educación Superior.
En las últimas décadas ha cobrado importancia el aseguramiento de la calidad impactando en la educación superior de manera sustantiva a través de los procesos de acreditación y mejora continua. Este proceso ha propiciado un conocimiento de los sistemas de educación superior y de la conformación de redes académicas alrededor del mundo. Con IAC-CINDA he tenido oportunidad de participar en diversos procesos como par evaluador, lo que me ha permitido conocer no solo el contexto de la evaluación propiamente, sino la historia y la cultura de las instituciones visitadas, con sus protagonistas, lo que ofrece el contexto para la labor de la evaluación externa y su compromiso para el mejoramiento de la calidad. Aprendí en esas tareas que el compromiso primario de un par evaluador, siempre presente, es el de comprender antes que juzgar. Gracias, IAC-CINDA.
Disfruto mucho el poder participar en procesos de acreditación internacional porque considero que la calidad de la educación superior es uno de los elementos más poderosos para el desarrollo de nuestros países.
El proceso de acreditación de IAC–CINDA, en particular, está muy bien organizado; permite valorar los elementos más pertinentes para una educación que transforme profundamente a los estudiantes, de manera que se conviertan en profesionales útiles para la sociedad. El rigor académico y la logística son impecables y permiten que el proceso fluya de manera ágil y eficaz.
Todo proceso de evaluación es, sin duda, un proceso de aprendizaje. Estoy convencida que al pronunciar la frase nos viene a la cabeza lo mucho que aprende el programa o institución evaluada. Sin embargo, lo que quiero destacar es la inmensa suerte que tenemos los pares evaluadores gracias al aprendizaje obtenido en cada proceso de acreditación. No sólo aprendemos de las personas del comité sino también y, sobre todo, de la institución que visitamos. El aseguramiento de la calidad es, sin duda, un proceso de aprendizaje bi y multidireccional. Gracias por permitirme el placer de aprender.
En las últimas décadas ha cobrado importancia el aseguramiento de la calidad impactando en la educación superior de manera sustantiva a través de los procesos de acreditación y mejora continua. Este proceso ha propiciado un conocimiento de los sistemas de educación superior y de la conformación de redes académicas alrededor del mundo. Con IAC-CINDA he tenido oportunidad de participar en diversos procesos como par evaluador, lo que me ha permitido conocer no solo el contexto de la evaluación propiamente, sino la historia y la cultura de las instituciones visitadas, con sus protagonistas, lo que ofrece el contexto para la labor de la evaluación externa y su compromiso para el mejoramiento de la calidad. Aprendí en esas tareas que el compromiso primario de un par evaluador, siempre presente, es el de comprender antes que juzgar. Gracias, IAC-CINDA.
Los procesos de acreditación que hemos realizado en el marco de IAC-CINDA han sido siempre rigurosos y de un alto grado de compromiso con la calidad en la educación superior. Una buena muestra de ellos es el cuidado en la preparación y la realización de las visitas externas; así como en la elaboración de los informes, donde los pares evaluadores analizan y discuten toda la información disponible con la mayor objetividad posible. El compromiso es lograr que la acreditación y el aseguramiento de la calidad sea creíbles y confiable, para garantizar una educación superior de alto nivel, que promueva la mejora continua.
Participar como par evaluador en los procesos de Acreditación Internacional de IAC-CINDA, supone una oportunidad de desarrollo personal y profesional.
La necesidad de combinar conocimientos técnicos, habilidades interpersonales, la imparcialidad, entre otros aspectos, constituyen un desafío importante en nuestro rol como pares. Rol que exige de parte nuestra una preparación previa, relacionada con los indicadores de la evaluación de calidad y el conocimiento exhaustivo de los informes que presentan las instituciones, compromiso que no sólo es formal, sino ético de cara al proceso a realizar. Ese conocimiento, del proceso e informes, es fundamental para gestionar el tiempo y poder dar cumplimiento a la agenda de trabajo, para lo cual, la colaboración y trabajo en equipo es otro aspecto imprescindible.
El trabajo en los procesos de acreditación de los comités externos responde a una dinámica colaborativa y muy enriquecedora en la que los pares aportan experiencias y puntos de vista multiculturales y complementarios que ayudan a contribuir al fortalecimiento de la institución evaluada que, a través de un proceso de acreditación se compromete con un ejercicio de mejora continua de la calidad, fijado con unos estándares internacionales, que otorgan solvencia institucional, rigor académico y visibilidad externa.
Participar en un proceso de acreditación IAC-CINDA representa una experiencia única y desafiante y a la vez constituye un aprendizaje tanto para la institución visitada como para el Comité de Pares. En un período muy corto, el principal reto de una evaluación externa es tratar de entender como se organiza y funciona la universidad, interactuando con sus principales actores y procurar darle las mejores sugerencias y recomendaciones para encaminarlos hacia la mejora continua y que finalmente caracteriza a los procesos de aseguramiento de la calidad en la ES.
